lunes, 24 de marzo de 2014

Diario de prácticas (X): Octava semana de prácticas (17 – 21 de marzo)

Esta semana he empezado a impartir la Unidad Didáctica sobre la Guerra Fría a los alumnos de Ciencias Sociales, Geografía e Historia de mi tutor de prácticas, Samuel, de 4º de ESO B. Sólamente he dado dos clases (la tercera y última será la siguiente semana), pero me ha sido suficiente para ver las diferentes caras de esta misma moneda, la de impartir clase a unos alumnos.

El primer día, después de ver cómo mi compañero impartía la segunda sesión de su Unidad Didáctica, entré a clase muy nervioso, pues era la primera vez que me enfrentaba a algo parecido (he hablado en público y he hecho exposiciones durante la Licenciatura, pero esto es algo muy distinto). No me pude quitar esos nervios de encima y eso los alumnos lo notaron (me lo comentaron algunos al final, una vez terminada la sesión). Pero conforme pasaba el tiempo, empezaba a sentirme más cómodo y al final parecía como si no quisiese que terminara la clase.
En esta clase, los alumnos estuvieron callados y muy participativos cuando lo requerí, algo que me sorprendió mucho, para bien.

En la segunda sesión, sin embargo, las cosas han ido de distinta forma. Por mi parte, me encontraba muy seguro, sin ningún tipo de nervios, y con la sensación de que lo que les explicaba lo estaba haciendo de manera correcta y satisfactoria; es decir, unas sensaciones completamente diferentes (y, por tanto, buenas) a las del primer día.
Pero en esta segunda clase los alumnos han estado más habladores, no hasta el punto de interrumpirme o no dejar escuchar a los que querían hacerlo, pero sí lo suficientemente molesto como para haber tenido que levantar la voz y pedir silencio un par de veces. Este peor comportamiento, que no malo del todo, no había aparecido en la anterior clase y no sé por qué:
-Si al hecho de que el primer día estuvieron “cortados” (más que yo) y en este segundo día se les ha pasado la timidez y se han mostrado más naturales, es decir, como ellos son de verdad, tal y como he podido comprobar durante mi largo período de observación.
-Si al hecho de que mi tutor de prácticas -y profesor suyo- no ha podido asistir a mi segunda clase. Esto lo sabían algunos, pero lo que no sabían es que yo sí iba a ir.
-Si al hecho de que no he podido captar su atención y curiosidad. Sin embargo, había planificado esta clase de una forma más dinámica, y lo he podido llevar a cabo con total normalidad.

Así que lo que creo que ha pasado ha sido una mezcla de cada uno de estos factores. Aún así, me quedo con mis sensaciones, que han sido mucho más buenas que en la primera sesión.

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