Nos
referimos al derrocamiento, orquestado por la CIA en 1954, del gobierno democráticamente electo de
Jacobo Arbenz en Guatemala, reemplazándolo por una de las dictaduras militares más sangrientas de la zona, dirigida por Castillo Armas. Y es que la
revolución guatemalteca de 1944 - 1954, de la que Arbenz fue uno de los protagonistas, surgió en un momento histórico
desfavorable en América Latina, en plena Guerra Fría, donde proliferaban las manifestaciones
anticomunistas de los gobiernos conservadores, fomentadas por la propaganda del bloque capitalista, una propaganda que tuvo mucha importancia en la gestación de este golpe de Estado, como veremos.
Mural con la figura de Jacobo Arbenz al lado de una versión de la bandera de EEUU, la cual simboliza el reinado de terror que vino después del derrocamiento, patrocinado por la CIA, de Arbenz. Imagen vía Donna De Cesare, extraída de: http://www.destinyschildren.org/es/timeline/coup-d-etat-and-civil-war-in-guatemala/ |
Jacobo Arbenz llega al
poder después de ganar las elecciones de 1950. Su programa se centró
en puntos claves que promoverían la industrialización del país, la
independencia económica de Guatemala, y la eliminación de los
monopolios extranjeros avalados por los anteriores gobiernos
dictatoriales y corruptos:
-
Nacionalizó la “Electrical Company”, perteneciente a EEUU.
-
Reforma agraria: Conocedor de la profunda desigualdad y miseria que imperaba en el
campo guatemalteco, era el propósito fundamental de su gobierno. Con ella se distribuyeron tierras provenientes de
expropiaciones a particulares, tierras municipales inscritas y
tierras de fincas nacionales.
- United Fruit Company: Esta corporación multinacional
estadounidense, con base también en Guatemala, que controlaba la
mayoría de la agricultura del país y que era dueña de más del 50%
de las tierras cultivables del país (de las que cultivaba menos del
3%), fue prevenida por el gobierno de Arbenz para ceder las hectáreas que tenía en reserva,
previa indemnización. Estas tierras serían distrubuidas entre los
campesinos gracias a la reforma agraria que promulgó. Ese fue el
error principal cometido por Arbenz y su gobierno a ojos de EEUU,
particularmente porque John Fuster Dulles (jefe del Departamento de
Estado del gobierno estadoundense) y Allan Dulles (director de la CIA), eran, a la vez,
accionistas de la “frutera”: se estaban tocando directamente
sus intereses.
Por
tanto, el intento de adquirir la tierra que no usaba la UFCO, para incluirla en la Ley de Reforma Agraria, le valió la condena del gobierno de
EEUU de "comunista". Lo cierto es que, en 1954, el gobierno
de Guatemala, bien que legalmente elegido y con el apoyo del pueblo,
pareció caer bajo la férula de la extrema izquierda comunista. O
ésa era al menos la impresión que la opinión pública
estadounidense, el presidente Eisenhower incluido, tuvo debido a la sistemática campaña de descrédito contra el gobierno
guatemalteco llevada a cabo por los medios de comunicación
internacionales. Una web que trata este tema, aunque de forma breve, es la página de CANTV (Compañía Anónima Nacional
Teléfonos de Venezuela), dependiente del Ministerio del Poder
Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno
Bolivariano de Venezuela, con el siguiente artículo:
http://www.cantv.net/servicios/resena.asp?id=203255&cat=2&Fresena.
En el mismo, una vez expuesta una lista sobre las personas que
decidieron el bombardeo del país y una vez explicada la táctica a
seguir paso a paso por los golpistas, se señala el importante papel
ejercido por los medios de comunicación internacionales, algo que en
el gobierno de Venezuela (promotores, por así decir, de la web)
sufren en la actualidad, al menos con los medios españoles: “se
bombardeó a la opinión pública mundial con noticias y artículos,
declaraciones, panfletos, fotografías, películas y tiras cómicas
sobre las atrocidades comunistas en Guatemala”.
Finalmente,
Eisenhower ordenó al jefe de la CIA que organizara el derrocamiento
del presidente Arbenz con la ayuda de las fuerzas pertinentes. Para dirigir la intentona militar fue elegido un excoronel del Ejército que había estudiado durante dos años en Fort Leavenworth y que ya, en 1950, había conspirado para derrocar a Arbenz: Carlos Castillo Armas, que se encontraba exiliado en la vecina Honduras. Sin embargo, el peso decisivo de esta maniobra contrarrevolucionaria iba a desempeñarlo un grupo de aviones "P-47 Thunderbolts", facilitados por el gobierno estadounidense y conducido por pilotos estadounidenses. Todo empezó el 18 de junio de 1954, cuando Castillo Armas, con 150 hombres, entró en Guatemala. La actitud de renuncia del Ejército de Arbenz y los bombardeos de los aviones con los que contaba Castillo Armas terminaron de inclinar la balanza. Además, como señala el anterior artículo de la web de CANTV, "una
poderosa emisora de la CIA, instalada en la azotea de la embajada de EEUU, difunde confusión y pánico en todo el país".
Toda esta operación, que constituyó la primera intervención directa de la CIA en América Latina, llegó a su fin cuando la noche del 27 de junio de 1954, el presidente guatemalteco, Jacobo Arbenz, es obligado a renunciar y a exiliarse. En el siguiente vídeo podemos escuchar su discurso de renuncia:
Como fuente para confeccionar la entrada, aparte del enlace que pongo más arriba, me he servido del artículo escrito por Antonio Padilla Bolívar en el número 86 de la revista "Historia Mundial del siglo 20" (Ed.Vergara, Barcelona, 1971).
Toda esta operación, que constituyó la primera intervención directa de la CIA en América Latina, llegó a su fin cuando la noche del 27 de junio de 1954, el presidente guatemalteco, Jacobo Arbenz, es obligado a renunciar y a exiliarse. En el siguiente vídeo podemos escuchar su discurso de renuncia:
"[...] ¿En nombre de quienes hacen estas barbaridades? ¿Cuál es su bandera? Todos la conocemos también. Han tomado de pretexto al comunismo. La verdad es muy otra. La verdad hay que buscarla en los intereses financieros de la compañia frutera y en los de los otros monopolios norteamericanos que han invertido grandes capitales en América Latina, temiendo que el ejemplo de Guatemala se propague por los hermanos países latinoamericanos. El tiempo se encargará en demostrar que lo que ahora digo es verdad [...]"----------
Como fuente para confeccionar la entrada, aparte del enlace que pongo más arriba, me he servido del artículo escrito por Antonio Padilla Bolívar en el número 86 de la revista "Historia Mundial del siglo 20" (Ed.Vergara, Barcelona, 1971).
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